Hace unos días atrás leía una noticia en el portal de Cinco días que decía que los fondos de inversión registran su peor mes desde la caída de Lehman Brothers en 2008, perdiendo 6.963 millones de euros de patrimonio:

https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/10/31/mercados/1540992696_852393.html

 

Aquí están los resultados de este año de los principales fondos de inversión:

En otra decían que el 93% de los fondos de inversión españoles pierde dinero en 2018:

https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/11/05/mercados/1541431031_538402.html

El Ibex 35 acumula caídas anuales de más del 11%, el NASDAQ se ha desplomado un 11% en octubre…

 

Como vemos ni los gestores profesionales, ni los principales índices se libran de las bajadas de las últimas semanas.

Nosotros tampoco hemos sido una excepción. Nuestras carteras también se han resentido tras este mes de octubre, y a pesar de que tanto la cartera conservadora (+1,19%), la cartera garantizada (+3,67%) y la cartera máximo retorno (+31,4%) siguen con rentabilidades positivas desde que comenzamos el servicio en abril, sí es cierto que no hemos podido evitar el lastre que ha supuesto octubre para los mercados.

 

Ahora bien… ¿Cómo de grave es la situación en la que nos encontramos?

Sinceramente, a nosotros que tenemos una mentalidad de inversor a largo plazo no nos preocupa nada en absoluto. Sabemos que el mercado fluctúa y que habrá meses buenos y otros peores, y nuestro objetivo no es otro que ganar dinero con una mentalidad a largo plazo, sin que nos afecten estas variaciones puntuales que van a suceder inevitablemente.

Es conveniente recordar un email que enviamos hace unos meses en los que precisamente hacíamos referencia a esto mismo:

 

De hecho, en cierta medida nos gusta que el mercado reaccione así.

Si bien es cierto que nuestra cuenta en el broker no luce tan bonita como hace un mes, asumiendo que la bolsa no puede subir todos los meses (sino todo el mundo invertiría), es muy sano que haya este tipo de correcciones que nos permiten comprar con un descuento muy atractivo las mismas empresas que hace unos meses estaban caras, por lo que a largo plazo podemos sacar muy buen provecho de estas oscilaciones del mercado.

Como conclusión, es sano recordar de vez en cuando que no siempre se puede ganar, y que a corto plazo en periodos de unos pocos meses cualquier cosa puede ocurrir. Y lo más importante de todo, lo que distingue al buen inversor del resto, es la constancia y la capacidad de controlar sus propias emociones en todo momento, para que estos vaivenes del precio no nos hagan perder la cabeza, tomar malas decisiones y olvidar que el objetivo final es conseguir una buena rentabilidad por nuestro dinero a largo plazo.